Las hermanas SEAN unidas

Joan (izq) y Olivia (der) en 1942

Si repasamos la historia hollywoodense,veremos que hubo miles de hermanos/as artistas que dejaron sus huellas por productoras, platós y premiéres.

Algunos fueron incondicionales, se mostraban juntos en todo momento, filmaron juntos, ganaron premios...y otros no tanto.

Mmmmm..nono, no son las Olsen, tampoco los Beatty-Mc Laine y menos que menos, las trillizas de oro.

Si hubo hermanas que se detestaron desde que llevaron pañales, se humillaron mutuamente en lo Oscars y jamás de los jamases filmaron juntas (so peligro de asesinato múltiple), ésas fueron las hermanitas De Havilland, la extrovertida Olivia y la tímida Joan.

Nacidas en Tokyo, Japón (quién iba a decirlo), pero de sangre inglesa, Olivia (1916) y Joan (1917) fueron, precisamente, como perro y gato toda su vida.

De familia adinerada -papá abogado de un importante bufet y mamá actriz de belleza legendaria- las nenas vivieron como princesitas hasta que papá y mamá se separaron.

Ya de chiquitas mostraban evidencia de que cada una poseía un carácter perfectamente antágonico: Olivia, la mayor, le propinaba cada vez que podía un cariñoso trompazo a su hermanita Joan, una nena enfermiza y debilucha. Por esta razón principalmente, mamá Lilian se llevó a sus niñas a California, donde el clima cálido y seco beneficiaría la salud de la pequeña Joan.

Joan más tarde comentaría:

"Olivia creyó siempre en la ley del primogénito, cuando yo nací,
evidentemente representé un problema para ella y se las ingeniaba para
hacerme sufrir cada vez que podía"

Los sufrimientos que menciona Joan eran varios: cuando Olivia tenía seis y Joan cinco, aquella aprovechó una ocasión en que se encontraban solas en casa y comenzó a leer el pasaje de la crucifixión de Cristo, haciendo especial ahínco en los detalles escabrosos y en voz alta, hasta que Joan -totalmente mortificada- empezaba a gritar y llorar, suplicándole a su hermana mayor que pare, ya de adolescentes, era una constante pelea de box. En una oportunidad y como de costumbre, la pelea estalló. Olivia y Joan comenzaron a forcejear, Joan terminó en el piso y Olivia, para "rematarla" le saltó encima. El resultado: Joan con la clavícula rota y Olivia a pura risa. Era 1935, tenían dieciseís y quince años, respectivamente.

Como la situación no daba para más, Joan decidió irse a Japón a visitar a su padre con la esperanza de que al volver, las cosas mejorarían. Pero no mejoraron. Al volver de su travesía, la menor de las De Havilland se encontró con que su hermana ya se encontraba subiendo a todo escenario disponible y comenzaba a formar su carrera de actriz; para colmo de males, cuando Joan manifestó su pasión por el séptimo arte y sus deseos de imitar a Olivia, mamá estalló furiosa diciendo que le prohibía usar el apellido familiar, que creara uno propio. Una tierna.

Así las cosas, Joan marchó a casa de unos amigos y comenzó desde cero. Fue Joan Burfield en sus primeros films con RKO, y para 1939, cuando no le renovaron el contrato y quedó en la calle, ya se había convertido en Joan Fontaine.

Fontaine decíamos, era una pobre veinteañera desempleada, mientras que Olivia la rompía con películas como "Las aventuras de Robin Hood" acompañando nada más ni nada menos que a Errol Flynn y encima, conformó la élite artística que compuso "Lo que el viento se llevó". Pero la suerte a veces se dá cuenta y extiende una mano.

En una cena donde se encontraban muchas personalidades, Joan tuvo la fortuna de encontrarse sentada al lado de David O Selznick (personaje excéntrico si los hubo) y ambos comenzaron a discutir sobre la aclamada novela "Rebecca" de Daphne Du Maurier. Joan era una chica muy inteligente desde pequeña, y con su gracia e intelecto, logró obtener una prueba para interpretar a la segunda Sra de Winter en la versión cinematográfica de la novela que planeaba realizar Alfred Hitchcock. Pavada de suerte.

De todas formas el rodaje no fue una experiencia placentera. Su co-star, Laurence Olivier, se encaprichó con que el papel de Sra de Winter tenía que ser para Vivien Leigh, su enamorada,cuando Hitchcock dijo "No" y le presentaron a Joan, se acordó de basurearla cada vez que podía. Chusmeríos aparte, la película terminó llevándose el Oscar a la mejor cinta de 1940 y el Oscar "acarició" a Joan con su nominación. Ahora, las hermanas iban parejas.

Los grandes problemas comenzaron en 1941, la fatídica noche de los Oscar. Joan y Olivia competían en la categoría "Mejor actriz". "And the Oscar goes to.......Joan!"

" Me quedé petrificada cuando escuché mi nombre, mi hermana, que estaba sentada
a mi lado, me pellizcó y me dijo, andá, subí a buscar tu premio".

Y Joan subió. Oscar en mano, sonrisa...pero cuando Olivia hizo un ademán para felicitarla, Joan la esquivó, quizás, le agarró un súbito dolor en la clavícula,nunca lo sabremos. Lo que sí se supo luego fue que dos años más tarde, cuando Olivia ganó su Oscar,se repitió la escena, pero al revés: Joan quedó con la mano extendida en el aire; parecía que ella había hablado mal de uno de los tantos maridos de su hermana y justo, ella se había enterado...la venganza es dulce.

Para 1972, la frágil relación terminó de cortarse. Sobre el hecho hay dos versiones, una "made by Olivia" y otra "made by Joan".

La menor protestaba diciendo que Olivia no la había invitado al funeral de su madre y la mayor desmentía esto, agregando que Joan:

"Había rechazado la invitación por estar muy ocupada"

Año 2009 (lo que queda de él): Olivia, de 93 años, vive en París, de vez en cuando, muy de vez en cuando, otorga una entrevista y pobre del desprevenido al que se le ocurra preguntarle por su hermana. Joan, de 92 años, vive retirada en su mansión californiana y si llegás a mencionar el nombre "Olivia" en su propiedad, los perros te atacan.

"Para mí, directamente no existe. Nos detestamos tanto cuando éramos jóvenes, que agotamos toda fuente de odio, por lo tanto es más práctico para las dos
pretender que no existe la otra"

Joan Fontaine.

Joan (arr) Olivia (der)