¡Pero qué lindo es trabajar con Hitchcock!

El maestro del suspenso. El monstruo. Hitch. Tales eran sus apodos. Y bastante fieles a su persona eran. Si uno ve una imagen de él, no podemos evitar sentir un pequeño escalofrío bajando por nuestra espalda: era gordo, medio pelado, y tenía esa pinta de asesino psicótico igualito al de "Psycho", personaje que, oh casualidad, fue creado por él mismo.

Conocida era su "fobia-obsesión" por las mujeres rubias (vaya a saber uno el por qué), su desprecio por los actores, su manía de hacer "cameos" (pequeñas apariciones) en sus propias pelis y su genio perverso.

Su manía de hacer bromas pesadas era otra de sus costumbres. Y sus víctimas eran, claro está, "sus" rubias.

Peli: Rebecca Víctima: Joan Fontaine

En 1939, Hitchcock firma contrato con David O Selznick para filmar "Rebecca" película basada en la hómonima novela de Daphne Du Maurier, hija de unos conocidos del director.

Los personajes principales de la novela estaban bien definidos: aristócrata Inglés viudo y seductor (Maxim de Winter), su joven e inexperta segunda esposa (cuyo nombre nunca se menciona en la novela), ama de llaves siniestra, obsesiva y cuasi lesbiana (Sra Danvers) y demás personajes menores.

Para el personaje del viudo, Hitch eligió a Laurence Olivier, actor Inglés admirador de Shakespeare, que brillaba en los escenarios londinenses y también en Hollywood, gracias a su protagónico en "Cumbres Borrascosas" y quien además -detalle cholulo aparte- mantenía un apasionado affaire con Vivien Leigh, otra niña mimada del cine y el teatro; para la ama de llaves, consiguió a Judith Anderson, soberbia actriz teatral de aspecto amenazante (si llegan a ver la peli sabrán a qué me refiero) pero le seguía faltando un personaje: el de la torpe y tímida esposa. Para el papel se barajaron varios nombres, entre los cuales estaba el de Anne Baxter, una joven prodigio de los escenarios de 16 años, quien fue rechazada porque Selznick no la veía como pareja de Olivier (que ya tenía 33), en cambio, dijo tener a la chica perfecta, una joven llamada Joan Fontaine, de 22 años,rubia, bonita y talentosa. Joan pasó la audición y la contrataron, principalmente, por su buen acento Inglés. Atrás quedaron la mencionada Baxter y la mismísima Vivien Leigh, que había audicionado empujada por su novio,que quería actuar con ella, pero cuya prueba fue "desastrosa" en palabras del director.

Claro está, cuando Joan llegó al set, no todos le dieron la bienvenida. Olivier le tiró toda su bronca desde el principio, y aprovechando esto, las "bromitas" comenzaron.

Habíamos dicho que el personaje de Joan era la síntesis misma de la timidez y la torpeza, cosa que fue bien realista, porque a la actriz la estaban presionando.

Hitchcock se la pasaba diciéndole a la chica que todo el mundo la odiaba y que todos hablaban mal de ella, para aumentar su inseguridad y timidez. También, para hacer incapié en la torpeza, le corría los muebles de lugar todo el tiempo y disfrutaba viendo cómo Joan tropezaba, caía y se resbalaba una y otra vez. Pero eso no es todo.

Cuando en una ocasión le preguntaron a Judith Anderson acerca de la experiancia de trabajar con el "maestro del suspenso", la "Sra. Danvers" dijo:

"Por supuesto fue una de las experiencias más imborrables de mi carrera, pero
hubo varias cosas desagradables de las que prefiero no hablar".

Quizás se refería al día que la misma Fontaine recuerda como "Inolvidable", cuando Hitchcock le metió un tremendo cachetazo para que Joan largara las lágrimas que necesitaban para filmar una escena crucial. Algunos e incluso la misma actriz dicen que fue a pedido de ella, pero si nos dejamos guiar por la frase del cariñoso director


"Tenemos que torturar más seguido a las mujeres"

uno no sabe qué pensar.

Peli: Vértigo Víctima: Kim Novak

Volvemos a otra rubia. En esta película, Hitchcock comienza a experimentar con el voyeurismo (manía de observar a dos personas teniendo relaciones), por lo tanto, también sus bromas se hicieron más pesadas: caminar por el plató con la bragueta baja, por ejemplo, era una de sus ocurrencias y también insinuarse a las actrices. Kim fue obligada también a vestirse de manera grotesca, quedando como una "chica de la vida" en más de una escena. Los insultos (le decía "vaca" todo el tiempo) eran moneda corriente también, como represalia por los rechazos a sus insinuaciones románticas.

Peli: Los pájaros y Marnie, la ladrona Víctima: Tippi Hedren

La joven Tippi (que en realidad se llamaba Nathalie) iba a convertirse en el objeto de deseo del director, y, para desgracia de ella, en su actriz fetiche.

Cuando el rodaje de "Los pájaros" comenzó,para la escena en que su personaje es atacada por una gaviota, se usó un muñeco que volaba atado con cables,pero, lo lanzaron con tanta violencia, que terminó hiriendo a la actriz en la frente suspendiendo el rodaje por tres días.

Tippi le había confesado a Hitchcock que le tenía miedo a las aves excesivamente grandes en una oportunidad....para qué.

La obligó a tener que toquetear a todo bicharraco utilizado para la filmación, y para reírse un poquito, la hacía repetir varias escenas sólo para humillarla, como una en la cual debía zambullirse en las heladas y peligrosas aguas de la Bahía de San Francisco y se divertía viendo a la pobre salir chorreando agua, muerta de frío, vestirse y maquillarse, para luego repertirlo todo otra vez.

En cambio, durante la filmación de Marnie,la ladrona, una de las escenas consiste en una toma de primer plano en el cual Tippi (Marnie) es violada. Sadismo extremo.

Peli: Psicosis Víctima: Janet Leigh

A Janet -que tuvo que soportar varias tiradas de perros por parte de Hitchcock- le hizo filmar la famosa escena de la ducha miles de veces: que el grito no es convincente, que gira para acá, mirame así, no gires rápido....un plomo que involucró también al doble de Janet, que terminó tan fastidiada como ella.

También el maltrato moral era común, el personaje interpretado por la actriz era el de una joven que mantenía relaciones extramatrimoniales, estafaba a su propio jefe y huía engañando a todos los que se cruzaban en su camino, y que, como castigo, termina siendo acuchillada en la ducha de un motelucho de cuarta en el medio de la nada.

En fin, toda actriz joven, rubia, talentosa y autosuficiente, era la víctima perfecta. Hitchcock jugaba con ellas como si fuera un adolescente malvado despedazando muñecas Barbie. Algunas, como Ingrid Bergman o Grace Kelly, que sólo trabajaron con él en breves períodos de sus carreras, supieron salir airosas de toda "chacota" y quedaron como sus amigas; mientras que las pobres que nombré hoy, se lo bancaron todo.